UGT reclama mejorar la legislación que afecta al mercado inmobiliario a fin de acabar con la deriva especulativa
El sindicato insta a incorporar un indicador estructural del precio de la vivienda en la negociación colectiva –junto a los márgenes empresariales– como un factor esencial a la hora de fijar los salarios en convenios colectivos
Fecha: 13 Ago 2025

UGT reclama mejorar la legislación que afecta al mercado inmobiliario a fin de acabar con la deriva especulativa
Los datos del IPC de julio, publicados hoy por el INE, sitúan la inflación anual en el 2,7%, cuatro décimas más que en el mes anterior. Este incremento se explica, principalmente, por el comportamiento del precio de la electricidad, que se encarece un 1,2% mensual, frente a la bajada del 6% hace un año. También influye el repunte en el precio de los carburantes (2,3%), que suben más que hace 12 meses (0,6%). En cuanto a la tasa subyacente, que recoge la inflación de componente más estructural, excluyendo energía y alimentos no elaborados, aumenta una décima, hasta el 2,3% anual.
Entre los incrementos anuales más destacados durante este mes, cabe resaltar el café (19,8%), los huevos (18,3%) o la electricidad (17,3%). En sentido contrario se comportan, por ejemplo, el aceite de oliva (-44,3%), el azúcar (-19,7%) o la gasolina (-7,8%), que registran los descensos de precios más señalados.
Así, el ascenso de la tasa anual de inflación viene determinado por el efecto escalón en los productos energéticos, que en julio del año pasado reportaban una evolución más moderada, lo cual se explica, entre otros factores, por la bajada del IVA de la luz al 10%. No obstante, la inflación subyacente, que crece este mes, se sitúa cercana a la tasa general, lo cual indica que, más allá del comportamiento volátil de la energía, siguen persistiendo tensiones inflacionistas sobre el precio de algunos productos y alimentos básicos.
A todo ello hay que sumar dos factores que agravan dicha situación. Por un lado, las medidas arancelarias a la Unión Europea (UE) impuestas por la administración Trump, que gravarán las exportaciones europeas hasta un 15% (10 puntos más), elevándose al 50% en el caso del acero y el aluminio. Medidas que, además de tener un impacto en la actividad y el empleo de determinadas ramas industriales, también pueden generar una presión inflacionista sobre algunos productos.
Por otro lado, cabe destacar el ascenso imparable del precio de la vivienda, tanto en la modalidad de compraventa como de alquiler. Aun con ciertas discrepancias según la fuente consultada, todas reportan un encarecimiento de la vivienda superior al 10% anual en el mes de julio, consolidando una tendencia alcista totalmente desligada de la economía productiva y de los hogares. Esto ha generado que el derecho a una vivienda digna se haya convertido en el privilegio de solo unos pocos.
Por ello, si bien la negociación colectiva está promoviendo subidas salariales (3,46% hasta julio) por encima de la inflación media (2,5%), éstas resultan insuficientes –especialmente en algunos sectores y ciudades- para poder acceder a una vivienda sin que ello suponga un coste inasumible. En consecuencia, UGT reclama mejorar la legislación que afecta al mercado inmobiliario a fin de acabar con la deriva especulativa, además de incorporar un indicador estructural del precio de la vivienda en la negociación colectiva –junto a los márgenes empresariales- como un factor esencial a la hora de fijar los salarios en convenios colectivos. Desde el sindicato haremos lo imposible para cerrar la brecha entre los salarios y los precios de la vivienda, garantizando un futuro y techo digno a toda la población trabajadora