Ni una más: la violencia contra las mujeres también enferma la mente y el trabajo

Fecha: 25 Nov 2025

25N
UGT Madrid

UGT Madrid reclama más recursos, educación en igualdad y espacios laborales libres de violencias machistas para proteger también la salud mental de las mujeres.

Cada 25 de noviembre se recuerda lo que debería ser una evidencia diaria: la violencia contra las mujeres sigue siendo una de las mayores heridas sociales, laborales y humanas de nuestro tiempo. Desde UGT Madrid no queremos solo conmemorar, sino actuar. Porque cada mujer violentada, acosada o silenciada es una fractura en los derechos, la igualdad y la salud colectiva. Porque cada vez que se niega o se minimiza, retrocedemos como sociedad.

Las cifras son insoportables, pero lo son aún más las vidas que hay detrás. Desde 2003, más de 1.300 mujeres han sido asesinadas en España por sus parejas o exparejas. En lo que va de 2025, ya son 36. A ellas se suman hijas e hijos víctimas de la violencia vicaria, mujeres explotadas sexualmente, acosadas en su entorno laboral o atacadas en redes sociales. La violencia machista adopta muchas formas, y todas ellas dejan huellas profundas, no solo en los cuerpos, sino también en la mente.

La violencia que también daña la salud mental

Las consecuencias psicológicas de la violencia son tan devastadoras como las físicas. El miedo, la humillación y el aislamiento que sufren las mujeres víctimas de acoso, maltrato o agresión generan trastornos de ansiedad, depresión, estrés postraumático y un deterioro de la autoestima que puede durar años.

En el entorno laboral, estos efectos se agravan. Una mujer que sufre acoso sexual o por razón de sexo en su trabajo no solo ve vulnerada su dignidad, sino también su salud mental y su derecho a ganarse la vida en un entorno seguro. Muchas de ellas acaban pidiendo la baja médica o abandonando sus empleos. Se sienten culpables, avergonzadas, incomprendidas. Y lo más grave: a menudo no denuncian por miedo a perder su trabajo o a ser señaladas.

Desde UGT Madrid queremos visibilizar esta realidad invisible. La violencia machista no se queda en casa: atraviesa las oficinas, los talleres, las fábricas, los hospitales, las aulas. No hay espacio laboral libre si una mujer teme a un compañero o a un superior. Por eso reivindicamos la necesidad urgente de contar con delegadas y delegados de igualdad en los centros de trabajo, que puedan detectar, acompañar y actuar ante los casos de violencia o discriminación.

Entornos laborales libres de violencias

El sindicato lleva años negociando y aplicando protocolos de acoso sexual y por razón de sexo, incluidos en convenios colectivos y planes de igualdad. Sin embargo, todavía hay demasiadas empresas donde estos mecanismos no existen o son papel mojado. La prevención y la formación son esenciales, pero deben ir acompañadas de compromiso real.

La violencia machista en el trabajo no es una “cuestión privada”, sino un problema estructural que requiere medidas firmes. Proponemos la creación de figuras sindicales específicas de asesoramiento en violencias machistas, con formación en igualdad y salud mental. Porque las víctimas necesitan sentirse acompañadas, no juzgadas.

Además, exigimos que se refuercen los servicios públicos de atención integral, con recursos psicológicos accesibles y continuos. Las mujeres no pueden esperar meses para recibir terapia tras sufrir una agresión o un acoso. La atención psicológica es una cuestión de supervivencia.

Contra el negacionismo y el retroceso

No podemos mirar hacia otro lado mientras crecen los discursos negacionistas. La ultraderecha ha llevado su desvergüenza hasta las instituciones, negando la violencia de género y atacando las políticas públicas que la combaten. Quienes niegan esta violencia no solo insultan la memoria de las asesinadas: ponen en riesgo a las vivas.

Desde UGT Madrid decimos con claridad: no hay libertad ni democracia sin igualdad. No hay justicia social sin seguridad para las mujeres. Y no habrá progreso mientras haya miedo.

Por eso exigimos tolerancia cero frente a todas las violencias machistas, más recursos públicos para su erradicación y más educación en igualdad desde las primeras etapas. La escuela y el trabajo deben ser los primeros lugares donde se aprenda el respeto.

Avances y compromisos

Celebramos avances como la aprobación del nuevo Pacto de Estado contra la Violencia de Género de 2025, el Anteproyecto de Ley de Violencia Vicaria y la futura regulación de la figura profesional de agentes de igualdad. Pero no basta con leyes: necesitamos financiación estable, ejecución efectiva y voluntad política.

También reclamamos la plena aplicación del Convenio 190 de la OIT sobre violencia y acoso, y la transposición de la Directiva europea 2024/1385. La ley debe proteger sin fisuras a las víctimas y sancionar con contundencia a los agresores.

Desde UGT Madrid seguiremos formando y sensibilizando a nuestras delegadas y delegados, negociando planes de igualdad, acompañando a las víctimas y colaborando con las asociaciones feministas. La igualdad no se proclama: se construye, día a día, en cada centro de trabajo, en cada convenio, en cada voz que se levanta frente al silencio.

Una lucha que también es por la vida

La violencia machista no es inevitable. Es el resultado de una sociedad que aún tolera el machismo cotidiano, que justifica el control, que trivializa los insultos y normaliza el miedo. Por eso, este 25N, desde UGT Madrid llamamos a todas las trabajadoras, trabajadores y ciudadanía a salir a la calle, a levantar la voz junto al movimiento feminista y a exigir entornos laborales y sociales libres de violencias machistas.

Porque cada mujer tiene derecho a vivir sin miedo.
Porque cada mujer tiene derecho a trabajar sin acoso.
Porque cada mujer tiene derecho a sanar, también su mente.

Este 25N, demos un paso adelante. Por ellas, por todas, por una sociedad libre y justa.

 

 


Fuente: UGT