UGT reclama acciones que conlleven eficiencia energética

Hoy 21 de octubre Día Mundial del Ahorro Energético, UGT-Madrid insta a priorizar acciones que conlleven una eficiencia energética en nuestra comunidad autónoma impulsando el desarrollo social y económico, la seguridad energética, además de combatir la pobreza energética. Por ello, queremos hacer un pequeño análisis de la situación energética de nuestra Comunidad autónoma.

Estamos viviendo una época crítica, llena de complejidad e incertidumbre, en la que identificar bien los retos y las líneas de acción se convierte en una cuestión fundamental para el futuro, la crisis producida por la Covid-19 y la actual guerra en Ucrania han echado por tierra años de progreso económico y social. Los retos a largo plazo relacionados con la globalización, la presión sobre los recursos, el envejecimiento de las poblaciones y el cambio climático, se intensifican. Afrontamos

Nuestro patrón de desarrollo está teniendo consecuencias globales sobre el uso desmesurado de ciertos recursos básicos, como el petróleo y los alimentos, sobre el crecimiento de la desigualdad social y sobre la profunda alteración de determinados ciclos y elementos centrales de la naturaleza, como el clima, el agua o la biodiversidad que nos debería hacer reflexionar sobre nuestro sistema productivo y sobre la importancia que tiene y tendrá el modelo energético que elijamos.

Nuestra comunidad autónoma, alcanza altos niveles de dependencia energética puesto que se caracteriza por ser una región con una alta densidad demográfica, una importante actividad económica y un escaso potencial de recursos energéticos, características que nos convierten en un alto consumidor energético. En el documento del Balance Energético 2020 de la Comunidad de Madrid el consumo total de energía final en el año 2020 alcanzó el 10,4 % del total nacional.

La electricidad constituye la principal fuente de energía, un 35,1% del total del consumo total de energía final, los productos petrolíferos y el gas natural coparon el 33% y el 29,6% del consumo en el año 2020, respectivamente. El carbón como fuente energética de calefacción en el sector residencial fue, únicamente, el 0,3% y los biocarburantes supusieron el 1,1% del consumo de energía final.

Los sectores con un mayor consumo de energía final en 2020 fueron: el sector transporte (43,6 %), el sector doméstico (28,7 %), el sector servicios (15,5 %), y el sector industrial (9,1 %). A la cola se sitúan el sector agrícola, con un 2,8 %, otros sectores, con un 0,2 %, y finalmente el sector energético, con el 0,1 %. La pandemia de la COVID-19 hizo que se disminuyeran los consumos en los sectores energéticos, especialmente sobre el consumo de productos petrolíferos, en concreto, en los querosenos de aviación.

La contribución de las fuentes energéticas renovables al consumo de energía final fue del 17,8% en 2020. Las energías renovables, la incineración de residuos urbanos y el aprovechamiento del biogás procedente de vertedero siguen destacando como las principales vías de generación de energía eléctrica a través de fuentes renovables y propias, pero, aun así, las fuentes primarias propias, suponen un porcentaje muy reducido del total de energía con respecto a las importaciones en el municipio: un 4,8% en 2020 (en el periodo 2006-2019, este porcentaje se situaba en valores entre 2,4-3,1%).

El consumo de energía final en 2020 fue un 17,2% inferior que en 2019. Respecto a la evolución desde 2006, se presenta una reducción total acumulada del 26,5%, pero, aun así, la Comunidad de Madrid es un sumidero de energía presentando una elevada dependencia energética exterior.

La energía es un bien finito, escaso y caro que se mueve en un mercado cada vez más inseguro y volátil. Su producción, gestión, transporte y consumo se han convertido en problemas de orden mundial que exigen de la implicación de todos los poderes públicos y estamentos de la sociedad para poder abordarse con garantías.