Contra el plan de destrucción de la Atención Primaria

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UGT AGRADECE EL AMPLIO RESPALDO DE LA CIUDADANÍA A LA MANIFESTACIÓN EN DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA EN MADRID

Ayer, cientos de miles de personas llenamos las principales arterias de Madrid. Codo con codo, avanzamos en cuatro multitudinarias columnas desde todas las direcciones, desde todas las instancias profesionales, asociativas y ciudadanas, llevando hasta el corazón mismo de Madrid, un mensaje tan claro e intenso, que nadie puede dejar de escuchar.

Las madrileñas y madrileños, medio millón de distintas voces, gritamos al unísono nuestra firme voluntad de defender nuestro derecho a una Sanidad Pública de Calidad, recuperando todo lo arrebatado por el afán privatizador de los gobiernos del Partido Popular en Madrid.

Gracias a todas las afiliadas y afiliados de UGT por vuestra asistencia,  aliento y empuje. Habéis hecho de esta manifestación, un gigantesco éxito de la voluntad popular, que debe remover los cimientos de esta administración y parar de una vez su pulso reaccionario.

UGT Madrid seguirá luchando por la Sanidad Pública madrileña, por la Atención Primaria que precisamos y merecemos.

Solo juntas y juntos podremos lograrlo, y lo lograremos, porque

Somos la Unión.      

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Antes de la pandemia, las urgencias extrahospitalarias del Sistema Público de Salud de la Comunidad de Madrid atendían en los centros de salud la mayoría de urgencias médicas que se producían. Cerca de nuestros domicilios, en nuestro barrio, en el mismo lugar donde nos recibía nuestro médico de familia, por entonces de forma presencial. Esta red de servicios de urgencia evitaba que tuviéramos que desplazarnos y acudir a un hospital. Solo en los casos en que la gravedad del caso lo aconsejaba, nos trasladaban, con la prescripción del facultativo que nos había atendido, a un centro hospitalario.

Con la llegada del tsunami COVID, la emergencia sanitaria lo inundó todo y el conjunto de recursos y efectivos sanitarios se reorganizaron, de mejor o peor manera, para intentar salvar vidas. Cerraron las urgencias de los centros de salud (37 SUAP) y nos resignamos a solicitar cita médica solo en los casos más graves y a que nos atendieran, en el mejor de los casos, por teléfono. Se trataba básicamente de sobrevivir.

Mas de dos años después, la pandemia ha remitido, sin embargo, la atención presencial nunca termina de regresar y muchas veces cuesta más una semana conseguir una cita en atención primaria.

¿Y las urgencias extrahospitalarias?

Tras más de dos años cerradas, con sus profesionales cubriendo otros servicios, la saturación de los servicios de urgencia de los hospitales y la intensa presión ciudadana y sindical empujó al gobierno de la Comunidad de Madrid a iniciar su reapertura, muy a su pesar, pues según han manifestado en repetidas ocasiones tanto el consejero de Sanidad como la propia presidenta, no los consideran un recurso ni importante ni necesario.

La consejería inició así un tortuoso, engañoso y accidentado camino que nos lleva, despropósito tras despropósito, hasta el día de hoy. 

Intentar hacer funcionar 80 PAC (nueva denominación de lo que eran SUAP y SAR) con el mismo personal que atendía a 40 es poco menos que imposible. De hecho, solo resultaría posible si, como ha pretendido la consejería de Sanidad, se fía su cobertura a la sobrecarga del conjunto de profesionales, a la movilidad continua entre centros y a la realización de jornadas interminables, guardias voluntarias y horas extra y ni aun así.

Día tras día, el fracaso ha resultado absoluto, poniéndose en peligro la seguridad de las personas, tanto de las que atienden estos puestos de urgencias, infradotados, como de la salud de la ciudadanía en general, que no puede recibir la atención que precisa en momentos de emergencia médica.

Solo un dato: Entre el día 2 y el 6 de noviembre, la media de PAC que no han llegado a abrir ha sido más del 16%, y de los que sí han abierto, más de un tercio lo ha hecho sin el personal necesario, en gran parte de los casos sin facultativo.  

La última propuesta del gobierno regional ante el caos continúo creado desde el primer día de implantación de este modelo, ha sido pretender sustituir la presencia física de un médico por la video consulta. Pretenden que 34 de los 80 puntos de urgencias funcionen así. Otro despropósito. 

Mientras el gobierno de la Comunidad de Madrid lanza balones fuera culpando del malestar de la población y de las plantillas a supuestos complots de las fuerzas de izquierdas, hay personas que acuden a un servicio de urgencia y no consiguen atención médica adecuada, mientras utilizan la salud de las ciudadanas y ciudadanos como arma arrojadiza contra la oposición, los sindicatos, las plataformas de defensa de la Sanidad pública y el gobierno central, la salud de las personas se resiente y las situaciones de peligro inminente se multiplican. 

La realidad es que faltan profesionales, ha habido una falta de previsión total, no se han reemplazado las jubilaciones que se han ido produciendo y se ha dado una importante fuga de personal médico y de enfermería a otras comunidades autónomas y a otros países, huyendo de las condiciones que impone la Comunidad de Madrid a quienes deben cuidar de la salud de la población.

La inversión en Sanidad de la Comunidad de Madrid supondrá, según los últimos presupuestos, el 38,1% del gasto total, el porcentaje más bajo de los últimos años.

La Comunidad de Madrid es la autonomía que menos invierte en Sanidad por persona y año, 1.300 euros, un 53% menos que la comunidad que más invierte, ocupando también el último lugar con respecto al Producto Interior Bruto.

Sin embargo, al mismo tiempo, la Comunidad de Madrid se encuentra a la cabeza en la carrera de las bajadas de impuestos entre territorios.

Pero, dentro de la Sanidad Pública madrileña, la peor parte se la lleva la Atención Primaria. Descapitalizada y abandonada desde hace décadas por los sucesivos gobiernos del Partido Popular. Así, en estos presupuestos, la atención primaria apenas crece un 3,9%, la partida que menos crece de todas las sanitarias a pesar de los graves problemas que arrastra.

La OMS, recomienda invertir el 25% del presupuesto sanitario en Atención Primaria, aunque en España, de media solo se invierte un 14% y en Madrid la cifra se queda en el 10,7%.

De hecho, la tendencia de este gobierno autonómico y su consejería de sanidad nos lleva a situaciones cada vez más difíciles para mantener una atención sanitaria con una mínima calidad en su primer escalón, el más importante, el que sostiene la prevención y evita el empeoramiento de enfermedades y su conversión en cuadros graves, el que evita males mayores.

Esta situación, que tarde o temprano, en cuanto necesitamos de atención médica nos alcanza, hace que la Sanidad se haya convertido en la mayor preocupación de los madrileños y madrileñas, por encima de la inflación, según una reciente encuesta.

El derecho a un sistema Público de salud universal, de calidad y con los recursos adecuados, merece una gestión muy distinta por parte del gobierno autonómico.

Es hora de decir bien alto y bien claro que nuestros impuestos deben servir para dotarnos de una Sanidad Pública Madrileña en general y de una Atención Primaria en particular, que sirva para protegernos de la enfermedad en todos los niveles a todas y a todos.

Es hora de terminar con el desmantelamiento de la atención primaria y de la sanidad pública madrileña.

Por eso UGT Madrid viene luchando desde siempre porque los madrileños y madrileñas seamos el centro de los intereses de la administración regional. 

Cualquier forma de utilización de la Sanidad como oportunidad de negocio nos tendrá enfrente, y dinamitar el sistema sanitario público para obligar a todas las personas que puedan permitírselo a contratar un seguro privado es algo que no podemos permitir, que no pensamos permitir. 

Por eso el pasado día 22 de octubre nos manifestamos multitudinariamente POR UNA SANIDAD MADRILEÑA PÚBLICA, UNIVERSAL Y DE CALIDAD.

Y domingo 13 de noviembre, de nuevo en la calle, POR LA SANIDAD PÚBLICA DE MADRID, CONTRA EL PLAN DE DESTRUCCIÓN DE LA ATENCIÓN PRIMARIA.